Hola soy Rodrigo y mi primer acercamiento a la fotografía fue hace muchos años, cuando mis papás me regalaron una cámara con cartucho (o pocket).
Luego ya en la pubertad, mi padre (a quién también le gustaba sacar fotos) compró de segunda mano la primera SLR que tuve en mis manos, una Nikon Nikkormat FT2, que venía acompañada de un lente de 80mm. Esta cámara se convirtió en mi compañera de varias aventuras juveniles y testigo de mis primeras experiencias con película de 35mm y un básico entendimiento de algunos conceptos fotográficos. En esos tiempos poco sabía de apertura, profundidad de campo y velocidad de obturación. Sin embargo por experiencia descubrí que si el numerito con la f era más chico, el fondo salía más desenfocado, y que si colocaba el dial con hartos numeritos en la letra B podía dejar abierto el obturador todo el tiempo que quisiera para así lograr mis primeros light trails.
El tiempo pasó, comencé mis estudios en la universidad y la pasión por fotografiar quedó un poco dormida entre el hedonismo propio de la juventud y los deberes universitarios. La FT2 me acompañó, seguro, pero estaba más tiempo guardada en su estuche que en terreno, disparando.
Al final terminé convertido en un Ingeniero en Sonido (mi principal actividad al día de hoy), y sólo cuando comencé a tener un ingreso más estable y permanente, ya con la fotografía digital en su incipiente comienzo, pasé de la SLR FT2 a una Olympus C150, una cámara extremadamente básica, con un sensor muy ruidoso de apenas 2 MP y prácticamente sin control manual (aparte del botón de obturación). Luego llegó la primera Canon, una PowerShot A610, también muy básica, con un sensor algo menos ruidoso que el de la Olympus y de ya 5 MP, pero que tenía la pantalla LCD con ángulo y posición variable, una característica que de ahí en adelante se me hizo imprescindible al escoger mis cámaras. Sin embargo al ser cámaras simples, sólo de apuntar y disparar, era muy poco lo que se podía aprender de fotografía en sí, además, con mis extremadamente escasos conocimientos de edición y postproducción, arruiné prácticamente todas las capturas con esas cámaras al sobre-procesar y guardar los cambios permanentemente en las imágenes en lugar de en archivos sidecar o simplemente en copias. Por lo que lamentablemente poco se puede rescatar de esa época.
Ya a comienzos de los 2010's llegó mi primera DSRL, una Canon 600D (con un lente stock 18-135mm) que compré en un viaje a China. Ese viaje no sólo fue el comienzo de una aventura mucho más importante, el nacimiento de lo que es actualmente mi hermosa familia, sino además fue el comienzo de mi viaje como fotógrafo aficionado propiamente tal. Al tener a mi disposición controles similares a la antigua SLR que heredé (en realidad se la robé) de mi padre y al ser una máquina moderna, se despertó nuevamente en mi el deseo de saber y conocer más.
Comencé leyendo algunos libros de fotografía y mirando tutoriales en YouTube, de a poco fui entendiendo como funciona no sólo la cámara, sino también la luz. Además descubrí tal vez lo más interesante de la fotografía (y quizás también de cualquier disciplina o arte)... Que uno nunca termina de aprender.
Después de la 600D, di el salto a la Canon 6DmkII, una cámara full-frame que uso prácticamente en manual el 99% del tiempo. Y de los lentes stock, pasé a los prime, 50mm, 80mm, macro, etc. Además pude comprar mi cámara regalona, una Fujifilm X100v, que es una delicia.
A raíz del confinamiento durante la pandemia y de algunos problemas políticos de hoy en mi país, salir a la calle con cámaras y equipos es un tanto arriesgado, así que estoy experimentando con la macro-fotografía en la tranquilidad de mi hogar.
Los viajes a lugares exóticos también están un poco postergados, ya que con un pequeño y hermoso milagro que vive con nosotros desde hace unos 10 años, las vacaciones y tiempos libres, han variado de estar parado en la Gran Muralla China o en la ciudad de Petra en Jordania, a estar llenando de arena una cubeta en la playa y construyendo castillos bajo algún sol caribeño. Quedan algunos años aún para que la pubertad nos arrebate los castillos, la playa y la arena, y nos devuelva a mi compañera y a mi la posibilidad de caminar por lugares extraños y pretéritos, y que la cámara apunte no solo a pistilos y flores, si no también a castillos, pero esta vez no de arena.
En fin, en esta página web encontrarán mi viaje con la cámara. Es un viaje que no busca "likes" o pulgares hacia arriba, es simplemente mi viaje, que de a poco ha ido construyendo una colección de capturas que espero disfruten observándolas tanto como yo disfruté fotografiándolas.
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